También sabemos que el  autismo no es una enfermedad, sino una afección del neurodesarrollo que no se puede curar. La persona en el espectro autista evolucionará con esta condición toda su vida.

Tenga en cuenta, sin embargo, que esta es probablemente una combinación de diferentes factores que todavía están mal definidos.

De todas las áreas en estudio, tres se destacan y podrían asociarse con el autismo:

El rastro genético que  involucra una predisposición genética que establece que en la misma familia, es posible encontrar varias personas en varios niveles del espectro autista.

La pista neurobiológica  según la cual esta condición vendría del sistema nervioso central. Ahora sabemos que los niños y adultos con autismo tienen un exceso de sinapsis en el cerebro que se debe a la desaceleración de un proceso normal de eliminación durante el desarrollo.

La vía ambiental  según la cual el autismo surge de la agresión temprana por factores ambientales (contaminación, agentes infecciosos, metales pesados, etc.). Esta vía parece mostrar que el niño sería normal al nacer, pero ese o Varios elementos desencadenarían autismo en casa.

La pista neurobiológica y la superabundancia de sinapsis

Según el trabajo de un equipo de neurocientíficos del Centro Médico de la Universidad de Columbia , se cree que el autismo se debe a una sobreabundancia de sinapsis en el cerebro causada por una desaceleración en un proceso normal de eliminación durante el desarrollo. Debido a que las sinapsis son los puntos de conexión donde las neuronas (células nerviosas) se comunican entre sí, este exceso puede tener profundos efectos en la función cerebral.

Durante el desarrollo de un niño neurotípico, se forma una gran cantidad de sinapsis en la infancia, particularmente en la corteza cerebral, una región involucrada en el autismo.

Como el niño que ha hecho algo de aprendizaje se ha vuelto inútil, aproximadamente la mitad de estas sinapsis corticales se eliminaron al final de la adolescencia para que sus diferentes partes pudieran desarrollarse sin ser sumergidas por un exceso de señales. eso crea confusión.

El equipo dirigido por el profesor de neurobiología David Sulzer también descubrió biomarcadores y proteínas en los cerebros de niños y adolescentes con autismo que indican un mecanismo disfuncional de eliminación de células dañadas y envejecidas, llamada autofagia.

Sin esto, la poda (eliminación) de las sinapsis no puede ocurrir, lo que significa que hay mucha menos eliminación de las conexiones sinápticas que se han vuelto inútiles, y algunas de las que se mantienen a veces no son las mismas. y la organización de las neuronas es diferente de los niños neurotípicos.

Esta sobreabundancia de sinapsis también aumenta el riesgo de epilepsia ya que hay más señales eléctricas en el cerebro.

Como dice Isabelle Soulière , una neuropsicóloga con niños con autismo durante 15 años, es un proceso que comienza cuando el niño tenía apenas unos pocos meses, un proceso probablemente programado en sus genes e irreversible .